La yuca hervida con mojo no sólo es uno de los platos más populares de la cocina cubana, sino uno de los favoritos para quienes visitan la Isla y exploran su riqueza culinaria.
Muy importante es lograr que la yuca se ablande bien. Para ello es mejor usar el producto recién extraído de la tierra (luego de pelada) y no yuca vieja (la cual puede ser tóxica), aunque también se ablanda bastante la yuca pelada congelada que se vende en los mercados.
Según los campesinos cubanos, cuando la yuca no se saca de la tierra en el momento adecuado, no se ablanda bien.
Una técnica infalible es "asustarla". Luego de hervirla por unos 12 minutos, se le bota toda el agua y se le añade súbitamente agua bien fría, tal que se abre y ablanda mejor así.
El mojo se prepara al momento de servirla, vertiéndolo caliente por encima, tal que se distribuya por todos los trozos. Consiste en una mezcla de aceite con ajo que se sofríe previamente en una sartén. En los campos de Cuba y asentamientos pequeños, por tradición se prefiere usar manteca de cerdo (incluso sola).
Según los gustos, al elaborar el mojo se le puede añadir cebolla picada en ruedas y sofrita antes que el ajo.
Algunas canciones populares se refieren a este sabroso alimento.
Así hallamos el conocido estribillo de doble sentido: "¿Cómo le gusta la yuca a María? ¡A María le gusta la yuca pelá'!"
Con los trozos de yuca que no se ablandaron bien, se pueden preparar diversos platos de los cuales hablaremos en otro momento, como la yuca frita, las croquetas de yuca y dulces.
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